Hace casi 60 años, la bióloga estadounidense Rachel Carson hizo notar, en su histórico libro Primavera Silenciosa, que en muchas áreas de Estados Unidos la primavera no llegaba ya acompañada por el canto de los pájaros, erradicados ahora de muchas zonas por el uso intensivo de los pesticidas. El libro de Carson tuvo un tremendo impacto, especialmente en su país, y se lo ha considerado uno de los detonantes de gran parte del movimiento ambientalista mundial. Fue la primera vez que los sonidos de la naturaleza fueron asociados al estado de salud de los ecosistemas.
Las dos décadas pasadas han visto un incremento acelerado en el estudio de los sonidos de la naturaleza, gracias a la disponibilidad, cada vez mayor, de equipos de grabación, herramientas de almacenamiento y análisis de datos, y al desarrollo de un sólido marco teórico que crece día a día. Desde la bioacústica, enfocada en el estudio de los sonidos producidos por las especies, hasta la ecología del paisaje sonoro, como una rama de la ecología del paisaje, los estudios de los sonidos de la naturaleza son cada día una herramienta más útil para entender los ecosistemas y las especies que los conforman.
Por más de veinte años, el Instituto Alexander von Humboldt ha mantenido y enriquecido la Colección de Sonidos Ambientales, que alberga ahora más de 22 000 grabaciones de audio, registradas en todos los rincones de Colombia, y las cuales son una parte fundamental del patrimonio nacional. Alrededor de esta colección y del creciente interés mundial en estudiar los sonidos de la naturaleza, surgió recientemente la Red Ecoacústica de Colombia, que reúne a investigadores de numerosas instituciones.
La Red y el Instituto han querido poner esta disciplina en primer orden en la agenda biológica colombiana, dedicando un número especial de Biota Colombiana a la ecoacústica. Incluimos en este número 13 artículos, que van desde una visión global de las investigaciones en acústica de la fauna y estudios específicos de los llamados sonoros de varias especies, hasta análisis del paisaje sonoro en diversos ambientes, tanto naturales como urbanos.
Agradecemos a los miembros del Comité Editorial especial que se conformó para la producción de este número, Claudia Victoria Isaza Narváez, Daniela Martínez Medina, Miguel E. Rodríguez-Posada, Susana Rodríguez Buriticá y Juan Sebastián Ulloa, por su apoyo en el procesamiento de los manuscritos recibidos. Igualmente, agradecemos a los numerosos evaluadores de 11 países que ayudaron a seleccionar y mejorar los artículos que conforman este número.